miércoles, 24 de febrero de 2016

15 Experiencia Verema


El pasado viernes día 12 y por tercer año consecutivo nos presentamos en la experiencia Verema con la intención de pasar una velada lo más interesante posible, conocer nuevos vinos , disfrutar de una buena comida y sobre todo para disfrutar de nosotros en un ambiente "vinícola" que al fin y al cabo es lo que nos gusta.



Los dos anteriores años, hablando de cantidad de vinos catados fue muy interesante, pues probamos muchísimas referencias todo el grupo que nos juntamos para ir. Este año pensé que no hacia falta catar 80 o más vinos, si no disfrutar más de la experiencia, el poder pasar un buen rato con los bodegueros, enólogos o comerciales que te atendían tan amablemente detrás de cada stand. Y la situación era inmejorable, pues este año pudimos disfrutarlo solamente 4 amigos, lo cual es ideal a la hora de acercarte a cualquier stand sin que se asuste quien esta al cargo de él. Desde aquí saludar a Juan, quien por mediación de Juanma, se unió al terceto más veterano, se puso a rueda y se que pasó una velada gratificante para los sentidos.

Febrero es el mes viajero en el blog y solo cato vinos internacionales, entonces para empezar nos acercamos al stand de la Vila Vinateca que sorprendentemente no estaba saturado. Y empezamos catando blancos internacionales. 

Empezamos con un Chardonnay neozelandes de la bodega Te Mata Estate, con buena intensidad aromática. El siguiente, Schloss Gobelsburg Grüner Veltliner Lamm 2012, un vino austriaco de la variedad Grüner Veltliner, muy sutil y elegante. El tercer vino era otro chardonnay, François Carillon Bourgogne Chardonnay 2014,  esta vez francés, de la zona de la borgoña, algo elevados los 20 euros para lo que ofrecía. Seguimos con un sauvignon blanc y algo de Semillón de la zona de Constantia en Sudafrica, Klein Contantia S. Blanc 2014. El tiempo que pasó en contacto con sus liás le dio unos aromas interesantes. Volvimos a europa con un vino italiano de la zona del Piamonte, Ceretto Arneis Blangé 2014 que tambien me resulto algo pobre con lo que ofrecía a cambio de otros 20 euros.


Felton Road Chardonnay Block 2 2010, un neozelandés de Centarl Otago, muy interesante, muy complejo excelente en boca...pero claro más de 40 euros, es decir un capricho. De la zona alemana del Mosel, probamos lógicamente un riesling de la bodega Dr. H. Thanisch Riesling trocken, ligeramente dulce y con sutiles notas de querosenos y pizarra. De la zona de Stellenbosch en Sudáfrica también probamos Reyneke Biodinamic, un sauvignon Blanc muy seco en boca y de más de 20 euros que esta vez yo si que pagaba. Los dos últimos internacionales fueron americanos. El primero argentino, de la región de Mendoza, Alta Vista Premium Chardonnay 2014, muy untuoso y estupendo de precio (12 euros). El último vino, de este guiño en la experiencia verema al mes de febrero viajero en el blog, fue un vino californiano de nombre Shafer Red Shoulder Ranch 2012. Bueno, elegante, cargado de aromas....pero 70 eurazos....imposibles.


Volviendo al territorio nacional y dada su proximidad al stand de Vila Vinateca, no pudimos "evitar" parar y catar uno de los grandes vinos blancos españoles. Belondrade y Lurton 2014. Fantástico como siempre.

La siguiente parada fue una de esas casualidades que muchas veces pasan, iba a un stand y estaba lleno y paré en el de al lado, mas que nada porque solo tenían blancos. Y fue un acierto. El stand era del grupo reboreda Morgadio y ofrecían 5 blancos. El primero y mas sencillo, aunque a mi personalmente, me encantó.  Elaborado con albariño, de intensidad aromática media llena de fruta blanca y una boca con un toque salino muy agradable. Morgadio fue el siguiente vino otro monovarietal de albariño con una presencia en nariz muy alta y una boca muy equilibrada. 

El tercero fue un mono varietal de godello de nombre A telleira con una nariz balsámica, y una boca con un recorrido ligeramente untuoso y un final largo. Pasamos a un coupage de tres variedades teixadura, godello y loureiro. Notas de miel y cítricos en nariz y una boca con recuerdos anisados. Por último Adeus, que cambia la variedad loureiro por la torrontés, y se elabora con 2 meses con sus lías. Final amplio lleno de frutas de hueso. Una parada interesante, por sus vinos y por la gran charla que tuvimos con sus representantes llena de historias muy curiosas.Al despedirnos nos invitaron, cuando volviéramos de comer a su vino tostado Alma de Reboreda, del cual habían traído un par de botellas bien escondidas bajo la mesa. Y nos gustó como no podía ser de otra manera. Lleno de fruta confitada y una boca con un sutil juego ácido-dulce que vino muy bien después de una sobremesa algo corta.

La siguiente y última parada antes de comer fue otro acierto. Personalmente tenia ganas de probar y conocer más acerca del mundo del PX y os aseguro que fue algo para recordar. Vinos de calidad superior y unas explicaciones muy didácticas de Jose María, director comercial de la Bodega Toro Albalá.



Creo que si me pongo a escribir todas las sensaciones, ya no sólo la que te producen los vinos de esta bodega si no las que te producía oír a Jose María, necesitaría otro articulo, así que seré breve. Empezó ofreciéndonos la gama más básica de sus vinos.  Los nombres, Fino electrico, Electrico 5 años de velo flor, Electrico 7 años, Eléctrico amontillado solera de 1922, un vino muy seco. Seguimos catando un eléctrico doble etiqueta amontillado 1951 lleno de aromas de tofee y caramelo. Paso posteriormente al oloroso, fresco, ligero, largo. Posteriormente probamos un cream, un vino peligroso, muy fácil de beber y con notas dulces. Y hasta aquí nos dejó probar Jose María, pues nos recomendó volver después de comer a probar las joyas que le quedaban. Un gran hombre que se molestó incluso un par de veces en traer copas limpias para que diferenciáramos los aromas de cada vino.


No he publicado los años anteriores nada acerca de la comida, pues eran comidas algo "rapidas" par volver a la cata. Pero este año la cosa cambio y nos fuimos al restaurante Tridente , situado en el hotel Neptuno, en la misma playa de las Arenas. Estuvimos atendidos por Pablo, muy profesional , a la vez que cercano.



El único pero, haber pedido arroz....y no porque estuviera malo, ni mucho menos, estaba exquisito, y repetí....y el arroz ya se sabe con el liquido se hincha. Durante la comida fue donde probé el único tinto del día. 7 Fuentes, del Valle de la Orotava en Tenerife, recomendación de Pablo y todo un acierto. Tres entrantes, un plato principal (arroz para tres y lubina para Juanma...que acierto la lubina), postre y café. El precio , un regalo. Gracias Pablo.


Despues de la comida, nos acercamos a probar Alma de Reboreda, el tostado del que ya hablamos más arriba. Y por proximidad y sorprendentemente poco atascoen el stand de Vila Vinateca, probamos sus dulces. Hubo algo de decepción general en el grupo. La cosa empezo muy bien con un Tokajy de 3 puttonyos de la bodega chateau Dereszla, un 2010 con una acidez muy elegante y buena frescura. Maculan 2011 Torcolato, nos dejo indiferentes, goloso, poco fresco. Siguiendo la cuesta abajo Un Trimbach de la Alsacia elaborado con Pinot Gris. No hay manera de quiatarme esa enemistad que tengo con la Alsacia. Por ultimo un Oporto Niepoot 10 tawny que paso sin pena ni gloria.

Con el listón del "dulce" por los suelos volvimos a ver a nuestro "ya amigo" Jose Maria de la bodega Toro Albalá. Lógicamente lo tenia muy fácil...pero aunque el listón estuviera elevado sus vinos lo hubieran pasado holgadamente. Empezamos con un PX del año 1986, fresco, ligero, y nada untuoso. Seguimos con un PX 1965 edición Doble etiqueta, un vino agradable, balsámico, con sutiles toques de piel de naranja. Por último nos ofreció en "copa limpia" un PX 1955....increíble. Silan el experto en gastronomía del blog, se nos unió al grupo y también disfruto de la bodega Toro Albalá. Añadiré que es un fanático de este tipo de vinos y como no podía ser de otra manera salió encantado.  Fueron 3 vinos pero más de una hora de conversaciones, anécdotas y algún que otro chiste todo ello dentro de un mundo del vino que cada día me apasiona más. 

Y poco más, los granos de arroz comenzaban a coger dimensiones XL en mi estómago lo cual significaba que era el momento de la retirada. Mi tercera experiencia Verema tocaba a su fin. Menos vinos, más conversaciones. Un acierto.


Por último dar las gracias a Dani, Juanma, Juan y Silan por dejarme hacer y deshacer a la hora de elegir stands, lugar para comer etc. Un abrazo y nos vemos en la siguiente.



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