Un año más y van 4 consecutivos en los que acudo a este evento organizado por el portal Verema.com. El lugar, el de siempre, el hotel Las Arenas, donde se utilizan los plantas superiores de los salones situados a derecha e izquierda del hotel para este evento.
La única novedad, fuera de los vinos, hablando de la organización , fue que este año había que rascarse el bolsillo. La entrada anticipada contaba "sólo" 5 euros y 10 euros si la entrada la pagabas en la puerta. Cantidades ciertamente irrisorias, pues considero que pasar la tarde en cualquier otro sitio, pidiéndote un par de cervezas, viendo una película en cualquier cine acompañado de un refresco y unas palomitas por ejemplo, es muchísimo más caro y encima estas opciones las puedes hacer cualquier día, mientras que degustar vinos durante 9 horas que dura el evento sólo pudo ser este viernes pasado y hasta el próximo año no volverá a realizarse. Ah se me olvidaba, en el precio de la entrada va incluida la copa que te dan a la entrada, vamos que por 10 euros pasas la tarde y te llevas una copa para casa. Pero bueno para mi y para Juanma, por que este año nos fuimos mano a mano, fue infinitamente mejor. No habia colas para catar vinos, ni en el stand de la Vila Vinateca que es donde la gente se suele agolpar para catar los vinos más caros, algo que nunca he entendido pero eso ya son cosas mías. Por mí que se pague entrada el año que viene también.
Los vinos.
Nuestra primera parada fue en el primer stand que vimos que no había nadie, y fue el de la bodega de Mar de Frades. No soy un fanático (más bien soy bastante crítico) de su vino emblema de la bodega, nunca lo veréis publicado en el blog os lo anticipo. Sin embargo me habían hablado bastante bien de su vino Finca Valiñas, y aunque lo había catado en otras ocasiones, lo volví hacer, y mereció la pena al menos en nariz. Posteriormente fuimos a una parada obligatoria todos los años. Belondrade y Lurton que aunque aún se le nota joven a este 2015 pues en boca todavía le falta ensamblarse, promete grandes alegrías si consigues tener una botella en casa y no la abres hasta dentro de 3 ó 4 años. Todo un reto.
Nos pasamos a probar la Bodega Lustau, donde su vermut y sus tres vinos que probamos me parecieron muy elegantes a la vez que interesantes. Eso si, dejaron el stand en manos del comercial, y una cosa me quedo clara, si vendes vino, como mínimo debes saber lo que vendes, porque este señor, sinceramente, no tenía ni idea. Al menos se, que como comercial de vinos puedo tener un futuro.
En la bodega Gratias pasamos un rato agradable catando sus vinos y hablando con su enólogo y dueño de esta fantástica aventura enológica. Probamos su monovarietal de Tardana, que en boca es muy bueno, su orange wine de escasísima producción. Sus bobales, tanto en rosado como en tinto, fueron muy del agrado de Juanma, que como muchos ya sabéis es anti-bobal.
Otra parada interesantísima fue en la bodega Casal de Arman. Sus dos vinos (que tenían a la vista) blancos, 7 cupos y Casal de Arman de la añada 2015 ambos, son fabulosos. El primero tiene un perfume en nariz que te impide sacar la pituitaria de la copa, el segundo algo más complejo en nariz y todavía ligeramente cerrado, en boca fue exquisito. Después de disfrutar de estos 2 vinos, la persona al cargo del stand (un profesional) nos invitó a degustar un tercer vino, que según sus palabras " este vino lo tengo aquí escondido para la gente que veo que disfruta probando vinos y los valora". El vino, de nombre Finca la Señora, es complejo, con una acidez muy bien inegrada, redondo, de los que no te dejan indiferente. No apto para principiantes.
Intentamos pasar al stand de al lado por tercera vez, pero seguía con gente, así que nuestra siguiente parada fue Bodegas Murviedro, una bodega valenciana, que elabora un vino blanco de cepas viejas con la variedad Merseguera, que lamentablemente estaba recién embotellado y quizás no estuviera en un momento óptimo para su degustación. Por el contrario su vino elaborado con la variedad Chardonnay presentaba una nariz intensa a la vez que variada, eso sí, dentro de los parámetros de la Chardonnay. Hasta yo, que me despisté saludando a unos conocidos y no sabía que me habían puesto en la copa, acerté con la variedad.
Y por fin llegamos al stand que llevábamos una hora intentando catar sus vinos, y he de decir que valió la pena el esperar y que nos atendieran de una manera espectacular. En algunos stands pruebas vinos pero en otros aprendes muchas cosas mientras pruebas sus vinos y este fue uno de estos.La bodega es Pazo de Casanova, inscrita en la D.O. Ribeiro. El segundo y el cuarto vino de la foto (empezando a contar por la izquierda) presentaban una nariz muy intensa a la vez que compleja. Sus matices minerales me recordaron sutilmente a los vinos del norte de Europa. Del quinto vino del que sólo hacen 3000 botellas y que permanece 12 meses sobre sus lías y 12 meses más en botella nos encantó, por su complejidad olfativa y todavía más por todo lo que te daba cuando estaba en la boca. Imposible que ese vino acabara en una escupidera.
En el mismo stand, imagino que por temas de distribución o representación, es algo que se me pasó preguntar, estaban los vinos de la bodega Grandes pagos gallegos, inscrita en la D.O. Monterrei. Nos parecieron muy interesantes todos los vinos que veis en la foto, elaborados principalmente con la variedad Godello o Albariño en blancos, y en tintos tienen un vino elaborado con la variedad Mencía, muy frutal y muy agradable al paladar. Por último añadir que nos volvieron a sacar antes de los los vinos tintos, un vino "de debajo de la mesa", que al final te hace hasta ilusión. Piensas ahora viene lo bueno, lo mejor. Y si un pedazo de vino. Quinta Cousuelo Selección 2011. Con 26 meses sobre lías y 2 años en botella. Sólo puedo decir que...quiero una botella. Punto.
A partir de aquí el resto de vinos que catamos, nunca alcanzo el nivel de estos últimos, eso sí no quiero dejar de mencionar los vinos italianos de la firma Skywines, que representa a las grandes firmas de la enología italiana en España como reza su pagina web.
Y del resto de los vinos que probamos (tampoco los probamos todos) poca cosa a mencionar, cómo última cosa curiosa probamos un vino esloveno (de precio 25 euros) en el stand de la Vila Vinateca, que queréis que os diga, o no entiendo de vinos eslovenos, que os puedo asegurar que así es, o este evento de Verema le viene de lujo a esta tienda para quitarse de encima stock de algunos vinos, que es la sensación que me dio a mí.
Y poco más de si dio este año la experiencia Verema, a la que cada año voy con la misma ilusión pero con más criterio de probar, sobre todo cosas nuevas y si están buenas al paladar pues mucho mejor.
Y poco más de si dio este año la experiencia Verema, a la que cada año voy con la misma ilusión pero con más criterio de probar, sobre todo cosas nuevas y si están buenas al paladar pues mucho mejor.
Os dejo alguna foto más al final del artículo que por motivos de espacio no caben en él.
Algunos de los vinos italianos de la distribuidora Skywines
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