Se van acumulando los buenos recuerdos de este evento, que este año ha cumplido su décimo aniversario, son mejores, o al menos eso me parece a mi. Este año hemos contado con un día menos que el año anterior pero las experiencias y su disfrute han sido inmejorables. Volveremos.
Salimos el viernes tarde Antonio, Silvia, Javi y el que escribe, dirección Gratallops. Con tres horas por delante, os podéis imaginar la cantidad de conversaciones que surgieron del tipo, niños pequeños, arreglar el país, coches, vinos, restaurantes, discos, música....y también, organizarnos el fin de semana, y que como suele ocurrir en estos casos cualquier parecido con lo "organizado" es pura coincidencia.
La cena
Llegamos al Hotel cal Llop y después de unos efusivos saludos con Cristina, la dueña y organizadora del evento, subimos a las habitaciones, deshicimos la maleta y bajamos a tomarnos las primeras copas de vino. La segunda fue en esa maravillosa terraza que tiene La Plaça de dalt, lugar del evento al día siguiente. Un gran momento de paz y lleno de recuerdos. A la llamada de Cristina acudimos al comedor donde disfrutamos de la cena. Allí saludamos a Fredi Torres, María y a Benjamín.

La mañana del Sábado


El tast amb llops.
Después de comer en Falset, y disfrutar de su feria del vino, nos volvimos al hotel, con ganas de volver a ver La Plaça de Dalt llena de gente disfrutando de los vinos de la vila de Gratallops.
Esta vez no hice ninguna ronda de blancos, simplemente seguí una rueda visitando cada stand uno detrás de otro. Empecé con la bodega de Álvaro Palacios, probando Dofí y Gratallops 2014. Si ya son una pasada....imagínate cuando tengan unos años más y se terminen de "redondear" en botella. A continuación unas de las bodegas invitadas presentaba 2 rieslings, un Kabinet trocken de alta intensidad aromática y muy sabroso. El segundo un spätlese demasiado joven y poco dulce. Seguidamente y cambiando de registro los cavas de Mas Collet. El que mas me gustó fue el elaborado con la variedad Xarel·lo y fermentado en barrica de 3 años.. De la bodega, Meritjel Pallejà, sus dos vinos me gustaron. Nitja 2014, suave, elegante, y Morgán 2014 con 13 meses en barrica y mucha potencia aromatica tanto en nariz como en boca.
La siguiente parada la bodega Mas de Valls. Su blanco 2015 con el nombre de la bodega me pareció excelente. Elaborado a tres partes iguales de Garnacha blanca, Pedro Ximenez y Cariñena y fermentado en barrica durante tres meses. Y su tinto de los mejores Rocapoll 2013un monovarietal de cariñena de cepas de 80/90 años con 18 meses de crianza. Un vino intenso, profundo, largo. Y también a un precio inlacanzable.

Despues de unos canapés, algo de jamón y algún trago de agua, proseguí con un par de blancos. El primero, el albarino de cepas centenarias 2014 de Fredi Torres. Floral, untuoso, largo. A continuación Font de la figuera blanco 2015, elaborado con chenin, garnacha blanca y un viogner que se apoderaba de los aromas en la copa. Aunque de poco color, tenia una intensidad aromática alta y una acidez elevada. Un vino que prometia mejores momentos en unos cuantos años pero que tenia un presente interesante. en tintinto de mismo nombre pero de la añada 2012, lo ví complejo pero muy cerrado todavia.
En el stand de Fredi Torres el "Vinyes velles de la Deva 2014", elaborado parte en fudre parte en huevo y con las variedades garnacha, cariñena y macabeo, en copa es un vino muy frutal, mineral y muy largo. su segundo tinto es el Fredi Torres clasic, elaborado con garnacha, cariñena, syrah y macabeo. Especias, vainilla, tostados y mucha fruta en equilibrio. Excelente relación calidad precio para un vino del priorat.

En otro stand de bodegas invitadas, encontré varios vinos portugueses. Los blancos Humus y quinta de Serradinha, elaborado con la variedad arintio. El tercer blanco fue un Douro Gouvyas 2010, de viña vieja y viña joven. Los tintos no me parecieron tan interesantes, algo desequilibrados en boca aunque de buena intensidad en nariz.
Otra gran sorpresa, para bien claro está, fue Saccriw de la bodega Clos Mogador, un vino elaborado con un joven enólogo alemán en una parcela de syrah al que posteriormente se la añade un 10% de garnacha blanca. Muy fresco, buena acidez, estructurado. El problema su precio. Tambien cate Manyetes 2014, todo un clásico en la zona y una excelente relación calidad-precio. Por último Gratallops partida bellvisos 2010 , interesante, a mi me encantó lleno de notas amargas y refrescantes balsámicos.
De la bodega Mas Martinet, caté Cami Pesseroles 2013, un vino con buen volumen en boca, largo, con taninos presentes. Su segundo vino fue Mas Martinet 2013 un vino con mas estructura que el anterior y mucho mas sabroso.


Despues de unos canapés, algo de jamón y algún trago de agua, proseguí con un par de blancos. El primero, el albarino de cepas centenarias 2014 de Fredi Torres. Floral, untuoso, largo. A continuación Font de la figuera blanco 2015, elaborado con chenin, garnacha blanca y un viogner que se apoderaba de los aromas en la copa. Aunque de poco color, tenia una intensidad aromática alta y una acidez elevada. Un vino que prometia mejores momentos en unos cuantos años pero que tenia un presente interesante. en tintinto de mismo nombre pero de la añada 2012, lo ví complejo pero muy cerrado todavia.


En otro stand de bodegas invitadas, encontré varios vinos portugueses. Los blancos Humus y quinta de Serradinha, elaborado con la variedad arintio. El tercer blanco fue un Douro Gouvyas 2010, de viña vieja y viña joven. Los tintos no me parecieron tan interesantes, algo desequilibrados en boca aunque de buena intensidad en nariz.

De la bodega Mas Martinet, caté Cami Pesseroles 2013, un vino con buen volumen en boca, largo, con taninos presentes. Su segundo vino fue Mas Martinet 2013 un vino con mas estructura que el anterior y mucho mas sabroso.
El regreso

La última parada antes de coger la carretera definitivamente hacia Valencia, fue en la Bodega Cecilio, en el mismo pueblo de gratallops. Alli tienen un vermut y unos vinos dulces a unos precios de risa y Silvia consiguió acopio de vermut para todo el año. Pero no sólo tinen esos vinos. Embotellan tres vinos. L 'Udol blanco de garnacha, y dos tintos L'Espill y Cecilio negre un crianza y un tinto joven. August dueño de la bodega es una persona alegre, divertida y que nos contagio enseguida su personalidad a la vez que nos sacaba vinos de sus barricas. Finalmente se vino arriba y nos puso unas lagrimas de su vino de más de 100 años....no tengo palabras. Cuando el vino se queda unos segundos en tu boca, despierta de ese letargo centenario y un simple sorbo se convierte en un recuerdo para mas de una hora un tu boca.
Sólo me gustaría añadir, que durante ese fin de semana se celebraron no menos de 5 ó 6 eventos alrededor del vino...no sería mejor y ese es mi pregunta, ¿hacedlos durante todo el mes y el visitante de fuera podría acudir un par de veces al mes al menos?
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