Esta cata surgió el día que hicimos la cata de quesos de leche de vaca. El maridaje con la cena fue con vino riesling de esta bodega alemana. En un principio las mujeres presentes me pidieron una cata de vino riesling exclusivamente "para ellas", pues les encantó el vino. Finalmente la cata se hizo pero fue mixta. Agradecer, primero a Natalia "hija", el diseño del cartel de la cata (y del resto de carteles de los otros eventos) y segundo agradecer la ilusión (y rapidez) con la que la gente se apunta a la cata.
Pues con la mayor de las ilusiones empecé a preparar esta cata. Decir de antemano que la variedad riesling, es la variedad con la que nos hemos "criado" en este local a la hora de aprender a catar vinos, gracias a nuestro profesor de origen alemán, criado en España y que por motivos de la anterior crisis decidió volver a Alemania. (Gracias Miguel). Todos los años seguimos (y van algunos, año 2005 hablo de memoria) probando vinos de esta y otra bodega y la verdad es que todos los años siguen siendo espectaculares.
De la variedad de uva riesling afortunadamente tengo información como para aburrir pero eso no era lo que pretendía en la cata, si no todo lo contrario. Quería que la velada fuera divertida amena y sobre todo que aprendieran a valorar la variedad riesling. Una variedad que permite varias vendimias, como pudieron comprobar, y que los suelos y sus diferentes viñedos aportan una características que la hacen diferente....siendo la variedad la misma.
La cata, era sencilla, básica. Consistía en probar varios de los vinos de la bodega Clüsserarth-Weiler, situada en la zona media del Mosel, donde particularmente considero que nacen los mejores vinos elaborados con esta variedad.
La idea eran 4 vinos más un vino de hielo para después de la cena...y sólo fue modificada, por mi culpa, al encontrar una botella de Terra Rosa 2012.....la tuve que añadir a la cata para comparar a la botella del año 2016.
Los vinos, fueron de más a menos. Primero un HC, así le llamamos nosotros al básico de la bodega porque así reza la etiqueta. Un vino elaborado con uvas de varios viñedos. ¡¡¡¡Ojalá todos los vinos básicos de las bodegas fueran así!!!!
El siguiente, o mejor dicho, los siguientes vinos fueron Terra Rosa 2012 y 2016. Una manera sencilla de enseñar a los asistentes que el vino blanco puede evolucionar en botella de la misma manera que el vino tinto y dar unos aromas diferentes después de algunos años.
Luego catamos el vino Cepas Viejas y posteriormente el Primus, vino top de la bodega, y pudimos comprobar que pese a tener 4 años los vinos.....podríamos haber esperado algunos años más de evolución en botella.
Los vinos gustaron, a cada uno le gustó más un tipo de vino, a otros la evolución del Terra Rosa 2012 les volvió locos....pero en general a todos les encantaron.
Ah, casi se me olvida, el vino de hielo, un Eisweien de 2007, fue una delicia para todos los presentes. Obviamente una joya enológica.
Posteriormente pasamos a cenar y Rafa nos volvió a deleitar con platos espectaculares tanto por su sabor como por la sencillez de sus ingredientes y su cuidada elaboración.
Estos fueron algunos de los platos y de los vinos que catamos.
Los vinos, fueron de más a menos. Primero un HC, así le llamamos nosotros al básico de la bodega porque así reza la etiqueta. Un vino elaborado con uvas de varios viñedos. ¡¡¡¡Ojalá todos los vinos básicos de las bodegas fueran así!!!!
El siguiente, o mejor dicho, los siguientes vinos fueron Terra Rosa 2012 y 2016. Una manera sencilla de enseñar a los asistentes que el vino blanco puede evolucionar en botella de la misma manera que el vino tinto y dar unos aromas diferentes después de algunos años.
Luego catamos el vino Cepas Viejas y posteriormente el Primus, vino top de la bodega, y pudimos comprobar que pese a tener 4 años los vinos.....podríamos haber esperado algunos años más de evolución en botella.
Los vinos gustaron, a cada uno le gustó más un tipo de vino, a otros la evolución del Terra Rosa 2012 les volvió locos....pero en general a todos les encantaron.
Ah, casi se me olvida, el vino de hielo, un Eisweien de 2007, fue una delicia para todos los presentes. Obviamente una joya enológica.
Posteriormente pasamos a cenar y Rafa nos volvió a deleitar con platos espectaculares tanto por su sabor como por la sencillez de sus ingredientes y su cuidada elaboración.
Estos fueron algunos de los platos y de los vinos que catamos.
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