lunes, 7 de noviembre de 2016

Platos Fuera de Carta. Día 3. 02/11/2016.

Tercer día, tercera cena y el nivel de los platos fuera de carta no desciende ni un ápice. Y porque digo que no desciende, porque estrenábamos cocineros, este miércoles, y aunque todo era buen rollo entre los 5 que eramos esta vez cenando, imagino que en los 2 cocineros, Iván y Alex habría cierto nerviosismo (aunque nunca te lo van a confirmar) pues no es lo mismo cocinar en tu casa para ti y para tu familia, que cocinar para los amigos, con paladares más exigentes y mas críticos. Y si sumamos que las condiciones del local todavía no son las mejores a la hora de preparar un plato, pues casi todo lo tienes que traer hecho de casa...la cosa se complica. 


Pero ambos salieron airosos, y con nota. Así que cuando quieran pueden volver a poner sus dotes culinarias al servicio de nuestras papilas gustativas. Gracias a los dos.

Los vinos.

Esta vez fueron 4 vinos y como habitualmente 2 y 2. Es decir 2 blancos y 2 tintos. Iván trajo los suyos como habíamos quedado, pues considero que, si uno prepara un plato se gana el derecho a decidir los vinos que considere que van a maridar mejor con su elaboración. En el caso de Alex, se ve que no nos entendimos. Afortunadamente la vinetoca del local está capacitada para subsanar cualquier tipo de confusión. Los vinos blancos fueron ambos extranjeros y los tintos nacionales. Como el chiste, un francés, un alemán y un español ( 2 en este caso ). 


Vinos Blancos


El vino francés de nombre Grand Ardèche 2013 elaborado con la variedad chardonnay gustó por su nariz compleja y sutil llena de cítricos, membrillo y fruta blanca, en  boca presentó cierta untuosidad, una acidez justita y un final amargo muy interesante que llamó la atención de todos los presentes. El vino alemán fue un archiconocido por algunos de los comensales, ya catado en alguna que otra ocasión. Destacar de él, su electrizante acidez y ese punto dulzón que caracteriza a muchos riesling del Mosela pese a ser un vino catalogado como seco (trocken en alemán).




Vinos Tintos


Con los tintos contábamos con dos tintos de distinta gama. Mengoba 2014, un vino elaborado con la variedad mencía y algo de alicante bouschet, que tardó algo en abrirse, pero que nos dejo aromas típicos de la variedad como los frutos rojos y las violetas. En boca lo catalogo como un vino fácil de beber, sin demasiada estructura, con algún despunte de acidez y paso ágil sin un tanino muy marcado. El único pero cuando lo catamos fue que nos pareció un vino sin personalidad, sin una identidad propia, o como me gusta decir a mí, un vino sin alma. Buscando el precio del vino posteriormente, añadiría que es un vino demasiado caro para lo que ofrece, pues por 20 euros encontramos vinos que te dan muchísimo mas en la copa. El otro tinto, Bosque de Matasnos 2013, más conocido, al menos por mi, fue el gran triunfador de la noche. Le costó mostrarnos todas sus virtudes. Intensidad elevada en su color al igual que en nariz. Al principio la fruta se quedo escondida detrás de los aromas de madera, pero poco a poco ocupo su sitio con elegantes notas de ciruela y mora. En boca es equilibrado, largo, intenso, con mucha presencia frutal. Especiado y con taninos presentes.

En resumen 4 vinos, muy diferentes, que a cada uno nos aportó diferentes sensaciones, que nos ayudan a crecer y a entender mejor este maravilloso mundo de los vinos.


Platos fuera de carta

Iván y Alex nos preparan una plato cada uno, a los que se añadieron un par de montaditos, uno de habas con jamón serrano y otro de morcilla de burgos.

Como dije anteriormente se estrenaron 2 cocineros. Y estos fueron los platos fuera de carta que nos prepararon.



1- Tartar de atún con aguacate y wasabi. Excelente simbiosis de sabores, textura agradable en boca. El nombre del plato sólo lleva tres ingredientes pero lógicamente y como se puede apreciar en las fotos hay algo más. Iván lo preparó cortando el atún en dados pequeños y dejándolo en salsa de soja y sal del Himalaya. El aguacate  y la cebolla roja  en dados. Culminamos el plato con huevas de salmón, sardina ahumada y una vinagreta de frutos secos. Para decorar el plato un mesclum de lechugas,  tomatitos cherry y unas ramitas de cilantro.



 

Un primer plato que gustó a todos. Iván nos contó que realmente el plato no va decorado con el mesclum de lechuga si no con unos germinados que no encontró. si vosotros queréis decorar con lechugas tened en cuenta que no amarguen pero estropea el verdadero sabor del plato.






2- Montadito de habitas de temporada con jamón serrano. "Que no tiene nada" esa era la frase de Alex, pero si que tiene sí. Saborazo y unas buenas materia prima. Las habitas son de un amigo suyo que tiene "un campito" y eso se nota. Una rebanada de pan "de trigo dorado" pasada por una plancha para que coja esa textura crujiente, una "cama" de habitas rehogadas con aceite de oliva y ajitos y taparlas con una "sabana" de jamón de recebo en este caso. Terminar con un poco de sal maldom. Son 2 bocados...pero ojo fue una delicia. 




3- Canelones de carrillada sobre fondo de patata y aceite de trufa. Lástima de no tener los elementos necesarios para que este plato, elaborado por Alex, saliese al la mesa a la temperatura correcta. Por lo demás perfecto. La pasta estaba al dente, las carrillada muy bien cocinada y con esa textura que la hace tan agradable y sencilla de comer. A eso añadiéremos el fondo de patata y aceite de trufa que junto con las "perlas" de trufa que decoraban y potenciaban el sabor, hacían de cada bocado una verdadera delicia que nunca querías que se acabara.


Pero como todo lo bueno, dura poco y todo desapareció pronto de los platos, algo lógico pues hemos descubierto dos nuevos cocineros que seguirán dándonos alegrías gastronómicas cuando ellos quieran. 


A continuación os dejo más fotos para que por lo menos, algunos no pudisteis venir a degustar estos platos por lo menos los disfrutéis con el sentido de la vista. 


Un buen pan, unas buenas habitas y una buen jamón.
Un espectáculo en 2 bocados.
     
La pasta al dente cuanto de importante es.

Las perlas trufadas hacen bonito, pero también dan sabor .

Parece mucho pero siempre es poco cuando un plato es
tan exquisito.

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